¿Qué análisis hacen empresarios, ejecutivos y académicos sobre la mirada que genera el sector empresario en la opinión pública hoy? Para Antonio Aracre, CEO de la proveedora de insumos agrícolas Syngenta, la percepción crítica se debe, en primer lugar, a lo que los empresarios no dicen, al espacio vacío que dejan en la discusión pública. “Los empresarios no se están involucrando y no están opinando. Hay una resistencia a exponerse en los medios y en las redes, por el miedo a quedar mal parados. Quienes tenemos responsabilidades de liderazgo tenemos la obligación de participar, involucrarnos y salir de la caja cómoda de lo políticamente correcto que representan las cámaras (empresarias)”, opinó.
Sobre la demanda de mayor regulación a las empresas que emergió del relevamiento, Aracre interpretó: “Una cosa es la carga fiscal y otra la regulación. La gente quiere que le cobren menos impuestos a las empresas para que generen más trabajo, pero a la vez quiere que las regulen y que cumplan con las normas. Eso no siempre se observa”.
Martín Rappallini, presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires y CEO de Alberdi Desarrollos, reconoció que el sector empresario tiene una asignatura pendiente respecto de cómo comunicar su impacto en la actividad y la generación de empleo. “Como no hay conocimiento en general sobre estos temas, esto hace que los distintos sectores supongan que es el otro el que gana dinero y uno es el que recibe todos los perjuicios del aumento de impuestos y de la legislación laboral. Y este es el problema, que a veces terminamos discutiendo entre sectores empresarios cuando en realidad todos somos perjudicados de la misma manera”, afirmó.
Desde el ángulo académico, Francisco Díaz Hermelo, profesor y director del Área Académica Empresa, Sociedad y Economía de IAE Business School, destacó que existe una caída generalizada de imagen y legitimidad de todas las instituciones, a las que la sociedad culpa por sus decisiones que derivan en estancamiento. “Aun cuando una empresa no haya participado directamente en esas decisiones, participa indirectamente definiendo agendas o límites. La gente espera, con razón o con ilusión, un rol más activo de las empresas en los grandes problemas de la sociedad”, subrayó.
“No sorprende que la imagen de las empresas argentinas y chilenas sea la más baja de la región. La Argentina sufrió más de 10 años de estancamiento, caída del salario y del empleo, y numerosos casos de corrupción. En el caso de Chile, durante el estallido social de 2019 las empresas no siempre dieron una respuesta empática con los reclamos para atender necesidades de los sectores de menores ingresos. La sociedad exige un rol más comprometido”, analizó.
Pero Díaz Hermelo advirtió que es un error creer que la caída de imagen sufrida por las grandes empresas se puede resolver con campañas que destaquen los empleos creados o las acciones de responsabilidad social. “Es un problema más amplio que la imagen y que está originado en la pérdida de legitimidad de los grandes actores. Así como la pérdida de confianza y legitimidad en los actores políticos tradicionales lleva a poner las esperanzas en nuevas figuras de la política, el desprestigio y la deslegitimación de las grandes empresas lleva a confiar más en las pymes para el crecimiento”, concluyó el profesor del IAE.
Antonio Aracre, CEO de Syngenta
Martin Rappallini presidente de la UIPBA y CEO de Alberdi
Francisco Díaz Hermelo, profesor de IAE Business School
Fuente/Copyright: 20/03/2022 La Nación - Nota - Sup. Economía - Pag. 3